"No fuí hecha para este mundo" se decía... "no me interesa saber ni formar parte de él"
y todo estaba bien mientras no lo intentaba... pero como las cosas nunca permanecen como las queremos, estables y seguras, se produjo un cambio...
Aparecieron personas tan diferentes a las demás, a aquellas que tanto detestaba la niña, que le fue imposible negarse a abrirles su corazón...a pesar de todo era humana y el sentimiento del amor es lo más preciado que ellos pueden poseer.
Pero como sabemos, nada es estático y nuevamente las cosas cambian drásticamente,
tanto como si en medio del planeta Tierra se abriera un cráter gigante que acabase con el maravilloso valle que ella había plantado, cultivado y amado por tanto tiempo...
Lo arrasó con todo, las flores que apreciaba, las que quería y las que amaba con toda su alma...
Y qué sucedería después de eso?
Una oscuridad mucho más grande que la soledad inicial, es la soledad luego de conocer lo que es la compañía...
Soledad o compañía? eso no cambiaba la idea de que no duraría mucho con ambas cosas, ella tenía en partes razón... no estaba hecha para este mundo, simplemente no encajaba...
Entonces se dió cuenta de algo crucial, algo que no había tenido en cuenta cuando su malestar hacia todo volvió a resurgir, como el Fenix de las cenizas,
y si la del problema fuera ella y no el mundo?... Y de repente todo se aclaró.
Habría momentos de paz, eso no lo duda, pero ante el agotamiento de esta fuente, no habría nada más constantemente que no fuera el descontento, la soledad y la tristeza...
muchas cosas pasan por su cabeza...
En estos momentos, ella ha salido a correr y creo que no tiene deseos de volver a su perdido campo de flores...
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