Aquellas brisas suaves que iniciaron una bella época
que con sus danzas deslumbraron mi corazón
y me hicieron conocer nuevos paisajes,
hoy se multiplican...
cada vez se hacen más fuertes,
y no dejan que vea con claridad,
me impiden continuar...
danzan en todas direcciones,
muchas veces contrarias unas de otras,
confunden y hacen vacilar mi corazón.
Poco a poco, atraen al desastre
madre y cuna de toda explosión emocional,
y una vez devastado el lugar se retiran y no vuelven más.
Y pensar que todo inició con una bella y refrescante brisa
que hizo saltar mi corazón de alegría,
y ahora...no queda más nada.
Aún se encuentra instalada la tormenta,
se niega a partir...
¿Quién me dará un refugio para este desastre?
Estoy en medio de ella y no sé como salir,
No puedo moverme, no pudeo avanzar...
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